No tiene nada que ver con el “poder” de Figari para “ver” la vocación en los ojos de las personas el que todos, de alguna manera, veamos en los ojos del otro luz u oscuridad, paz o conflicto. Cuando estaba cerca de Ioboeo nunca pude ver luz ni algo en él que me suscitara confianza. La oscuridad que transmitían sus ojos es muy compatible con la pobreza de su expresión corporal.
Misterio, agresividad, autosuficiencia eran las cosas que percibía de él. No solo yo por cierto. Aunque como todos sabían en la casa yo era el blanco escogido para sus maltratos y castigos. Dejemos de lado mi experiencia de él y veamos qué hacía.
Ioboeo es sirviente completo, amigo íntimo, discípulo escogido, interlocutor, especialista en espiritualidad… Por eso y muchas cosas más es el preferido de Figari, con quien viajaba, quien lo acompañaba en los cuartos de hotel cuando estaban fuera del país, quien le daba seguridad y en quien confiaba su ser.
Su extraordinario rendimiento académico en relación al estudio de la teología y de la espiritualidad sodálite, lo convertía en un referente dentro del SCV y le otorgó un gran poder en la organización, convirtiéndose en un intocable.
Amigo de la mayoría de los discípulos más importantes e intermediario entre ellos y el fundador en muchas ocasiones. Pocos podían llegar directamente a Figari, la mayoría pasaba antes por Ioboeo. A pesar de su gran amistad con Jubugu y Earava siempre mostraba ser autosuficiente.
Este personaje era sobreprotegido y mimado por Figari y nunca le faltó algún bien material. Era quien manejaba las cuentas del dinero que se gastaba en el fundador para medicinas, comida, viajes, ropa, etc. La cuenta en el BCP estaba a su nombre y parecía ser ilimitada para quienes usábamos ese dinero —yo hacía compras de comida cotidianamente—. Alguna vez Figari me pidió que converse con Ioboeo porque se había enfadado con él y se había marchado a su cuarto inflamado de ira, el fundador se preocupaba mucho por este discípulo y no podía soportar estar peleado con él. Escenas como aquella se repitieron a lo largo de los años.
Hace unos días Ioboeo fue visto en Lima en inmediaciones de la que fue la última casa de Figari en Lima. Sin embargo, poco se sabe de él desde que Figari fue “desterrado” a Roma. Al parecer se les habría separado hace algunos meses. La soledad de Figari, lejos de él, debe ser insoportable.
Si alguna persona podría esclarecer muchas cosas sobre Figari es Ioboeo. ¿Optará por el encubrimiento y la complicidad o revelará los misterios que envuelven al fundador? Si este personaje hablara es muy probable que muchos discípulos de Figari desfilarían ante el juez aquí en este mundo.